Los ciclistas hicieron más de 400 kilómetros en 8 tándems para unir Mar del Plata y Buenos Aires, acompañados por cientos de ciclistas en cada una de las paradas (Maipú, Dolores, Chascomús y Berazategui) y por miles más en su ingreso a la Plaza Vaticano, donde se unieron a la otra gran bicicletada por el autismo. “Una inmensa alegría que justificó el esfuerzo”, concluyó Juan Zemborain de Empujando límites.