“Fue una de las etapas más difíciles con el viento en contra y muchísimo tránsito en la ruta porque la gente parece que decidió volver ayer. Pero llegamos a Berazategui y nos recibieron muchísimos ciclistas que nos acompañaron hasta un club donde nos prestaron la pileta. Los chicos tenían tanta alegría que no parecía que habíamos hecho tanto esfuerzo y pedaleando tanto”, contó Juan Zemborain de Empujando Límites. Mañana el Tour Azul inicia su última etapa para desembocar en la fiesta del Autismo en la Plaza Vaticano.